Carmen Alcayde se rompe tras la traición de Montoya

El ambiente en ‘Supervivientes’ se tensa cada vez más a medida que se acerca la expulsión.
Esta vez, el foco ha estado sobre Carmen Alcayde, quien no ha podido contener las lágrimas.

La razón: sentirse traicionada por uno de sus mayores apoyos en la isla, Montoya.

El grupo más fuerte empieza a resquebrajarse

Durante semanas, Carmen, Montoya y Anita Williams han sido un equipo sólido.
Sin embargo, todo cambió tras una conversación entre Carmen y Pelayo Díaz.

Ambos compartieron el momento del ‘Puente de la concordia’, donde su complicidad fue evidente.
Este acercamiento despertó sospechas en Anita y Montoya, que no tardaron en atacarla.

El ataque de Anita en el oráculo

Anita no se contuvo. Lanzó duras acusaciones contra Carmen en pleno oráculo de Poseidón.
La señaló por manipular a Pelayo, por mostrarse vulnerable y por intentar dejarla mal.

Carmen, visiblemente dolida, trató de defenderse con calma:
«A mí no me hables así», respondió con firmeza tras un comentario hiriente de Anita.

La tensión aumentó cuando discutieron por el tamaño de los trozos de comida que recibieron.

Carmen intenta calmar los ánimos

Lejos de alimentar el conflicto, Carmen trató de explicarse.
«Cada uno coge lo que puede comer», aseguró ante los reproches de sus compañeros.

Además, confesó que, aunque sospecha que Pelayo se acercó por estrategia, no lo considera un enemigo.

«Soy así. Aunque me claven un cuchillo por la espalda, yo doy un abrazo», expresó con tristeza.

Montoya da un paso atrás y Carmen se derrumba

Pero lo más doloroso para Carmen fue la actitud de Montoya.
Hasta ahora su mejor amigo en la isla, decidió apartarse en el peor momento.

«Mi mejor amigo es Montoya y me está dando la espalda», dijo entre lágrimas.
Montoya, algo a la defensiva, negó la traición: «La espalda, por ahí no».

Sin embargo, sus actos hablaron por sí solos.

Sandra Barneda se pronuncia en pleno directo

Sandra Barneda no permaneció indiferente ante el sufrimiento de Carmen.
Se dirigió a Montoya con dureza:

«Tienes a tu mejor amiga hecha una mierda y no has dejado de comer», le recriminó.

Montoya intentó justificarse: «Lo que le tenía que demostrar, se lo demostré antes en el juego».

Pero las palabras ya no bastaban. Carmen estaba completamente rota.

Una despedida con sabor a traición

A pocos días de la expulsión, Carmen desea irse en paz.
Sin rencores, sin odio, pero profundamente dolida por quienes consideraba su familia.

«Seré una falsa, una arrastrada… pero quiero irme en paz», declaró entre lágrimas.

A pesar de todo, Carmen sigue fiel a sí misma. Su integridad emocional ha quedado clara.
Ahora, el público tendrá la última palabra en esta edición cada vez más impredecible.

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