La cuarta temporada de La Promesa se despide por todo lo alto. O, mejor dicho, por todo lo bajo. El capítulo 740, que La 1 de TVE emite este martes 23 de diciembre a partir de las 18:35 horas, marca un antes y un después en la historia de la ficción diaria. Nadie estaba preparado para lo que ocurre. Y, sin embargo, todo parecía conducir hasta ahí.
El desenlace no solo cierra una etapa. También abre una herida difícil de cerrar.
El último episodio de la temporada convierte la jornada en una montaña rusa emocional. Desde los primeros minutos, el ambiente es tenso. Hay secretos, confesiones pendientes y decisiones que llegan demasiado tarde.
Además, varias tramas avanzan al mismo tiempo. Algunas prometen futuro. Otras, directamente, se apagan.
¿Quién dice que los finales son felices?
Adriano recibe una información que lo deja completamente descolocado. El detective le revela una supuesta historia sobre la situación actual de Catalina. Un relato impactante. Creíble. Demoledor.
Sin embargo, hay un detalle clave que lo cambia todo: nada de eso es cierto.
Cristóbal ha fabricado esa versión con un objetivo muy concreto. Manipular. Confundir. Ganar tiempo. Adriano, ajeno a la mentira, empieza a tomar decisiones basadas en una realidad que no existe.
El espectador, mientras tanto, asiste con impotencia a este engaño que amenaza con tener consecuencias irreversibles.
Por otro lado, Enora y Toño ya no pueden seguir mirando hacia otro lado. La distancia entre ambos es evidente. Las palabras pesan. Y el silencio, aún más.
Ella admite sentirse confusa. No sabe qué quiere. Ni a quién. Toño escucha, pero el daño ya está hecho.
¿Hay marcha atrás cuando las dudas se instalan en el corazón?
La serie vuelve a demostrar que las relaciones no se rompen de golpe. Se desgastan poco a poco.
En medio del caos emocional, Adriano decide dar un paso al frente. Habla con Martina. Y lo hace desde la sinceridad.
Le confiesa que el beso que compartieron no fue un error. Fue real. Sentido. Importante.
Este gesto, aparentemente sencillo, reordena el tablero sentimental. Y deja claro que, tras el final de temporada, nada será igual entre ellos.
El eje central del capítulo es, sin duda, Ángela. La noche antes de su boda, escribe una carta de despedida para Curro. Cada palabra es un adiós anticipado. Un grito silencioso.
Curro, sin saberlo, llora recordando su historia de amor. Presiente que algo no va bien. Pero no imagina hasta qué punto.
Llega el día del enlace. La iglesia está preparada. Los invitados esperan. Leocadia, Alonso y Lorenzo se miran con inquietud.
La novia no aparece.
El capitán empieza a ponerse nervioso. ¿Se trata de un plantón? ¿Ha huido Ángela en el último momento?
La tensión se corta con un cuchillo.
Entonces, Curro recibe la carta. La lee. Y entiende todo.
Sale corriendo. Desesperado. Llega hasta la habitación de Ángela y la encuentra inconsciente en la cama. Ha ingerido el contenido completo de un medicamento potente y extremadamente peligroso.
No hay nada que hacer.
Ángela ha muerto por una sobredosis. Un final devastador. Silencioso. Irreversible.
La muerte de Ángela sacude a todos los personajes y también al público. La Promesa se despide de su cuarta temporada con una de las escenas más duras de su historia.
Lo inesperado irrumpe sin aviso. Y lo que viene cambiará todo.
Ahora, las preguntas se acumulan. ¿Cómo afectará esta tragedia a Curro? ¿Saldrán a la luz las mentiras de Cristóbal? ¿Qué pasará con Adriano y Martina?
La respuesta llegará en la próxima temporada.
Y tú, qué opinas de este final? Déjanos tu comentario y sigue atento a todas las novedades de La Promesa.
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