Mediaset ha tomado una decisión que pocos veían venir. El despido de Alessandro Lequio tras casi tres décadas en la cadena marca uno de los giros más sorprendentes del panorama televisivo reciente. La información, adelantada por El País ha corrido como la pólvora.
¿La razón? Una combinación de polémicas acumuladas, tensiones internas y la reciente entrevista de Antonia Dell’Atte que reabrió un capítulo oscuro del pasado del colaborador.
Hace un mes, Antonia Dell’Atte concedió una entrevista en la que aseguró haber sufrido maltrato durante su relación con Lequio a finales de los años 80.
La modelo italiana fue contundente: “La primera patada que me dio Lequio, estando embarazada, fue a la vuelta de la luna de miel”, declaró.
Sus palabras no pasaron desapercibidas, aunque muchos programas evitaron profundizar en el tema.
Dell’Atte insistió en que “la Justicia falló que yo no mentía cuando lo llamaba maltratador”, y aquello encendió todas las alarmas.
Mientras tanto, en Mediaset se abría un debate interno incómodo.
¿Podía la cadena mantener a uno de sus colaboradores estrella sin valorar el impacto reputacional?
Según las informaciones publicadas, la dirección de Mediaset se reunió con Dell’Atte y con su abogado para escuchar su versión y revisar la documentación judicial relacionada.
Un paso clave que marcó el rumbo final.
Ese encuentro se produjo pocos días antes de la reunión definitiva entre la cúpula de Mediaset y Unicorn Content, productora de Vamos a ver.
Allí se tomó la decisión: Lequio quedaba fuera del programa y del grupo.
La fulminante salida del colaborador italiano llegaba en un momento ya delicado para él.
En los últimos meses, había protagonizado enfrentamientos sonados con compañeras como Alejandra Rubio y Patricia Pardo que no habían pasado inadvertidos.
El adiós de Alessandro Lequio no es un simple movimiento interno.
Supone el cierre de una etapa televisiva de casi 30 años que comenzó en 1996 de la mano de María Teresa Campos en Día a día.
Aquel corrillo mítico lo catapultó como tertuliano y, apenas un año después, compaginaba ese trabajo con su participación en Crónicas marcianas, el fenómeno nocturno de Xavier Sardà.
Cuando Campos dejó Telecinco, él fue uno de los pocos que se mantuvieron en el programa junto a Carolina Ferre.
Más tarde llegó su fichaje por El programa de Ana Rosa, donde consolidó un perfil de comentarista directo, polémico y siempre dispuesto a generar titulares.
En 2023 saltó a Vamos a ver, el magacín de Joaquín Prat, donde había seguido participando hasta ahora.
La cadena todavía no ha anunciado quién ocupará su hueco en Vamos a ver.
Tampoco se conoce cuál será el próximo paso profesional del colaborador.
Pero una cosa es evidente: este despido abre un nuevo capítulo.
Un capítulo que nadie imaginaba y que podría transformar el equilibrio interno de los programas de actualidad de Telecinco.
La pregunta ahora es inevitable:
¿Será este el inicio de una nueva estrategia de imagen para Mediaset?
Lo que viene, sin duda, atraerá todas las miradas.
El despido de Alessandro Lequio deja una huella en la historia reciente de la televisión española.
Un final inesperado para uno de los rostros más reconocibles de Telecinco.
¿Tú qué opinas de esta decisión?
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